Cerebro y contexto

Imagina que trasplantasen tu cerebro a otra persona, y pudieses usar sus manos y pies. Piensa ahora en la posibilidad de que trasplantasen tu cerebro a un delfín o a un pájaro.

¿Intentarías nadar y volar?

El cerebro, la esencia misma del ser humano está estrechamente conectada a la idea de adaptarnos y aprovechar nuestro entorno y habilidades para interrelacionarnos con el mundo.

Podríamos decir que todo lo que rodea a la mente humana es un recurso que usamos para alimentarnos de nuevas experiencias y sin nuevas experiencias el cerebro muere como morimos sin comida o agua.

El cerebro es un pez que sobrevive en un mar de realidades, sin la realidad no puede interactuar y por tanto avanzar.

Experimentos como el de «la cárcel» nos muestran como el contexto nos condiciona la forma de pensar.

Podríamos decir que el contexto es parte de ti, el refranero dice «dime con quien andas y te diré quien eres» o «de lo que se come se cría», «los que se acuestan en el mismo colchón se levantan de la misma condición»…el entorno forma parte de lo que somos, de como somos y de lo que terminaremos siendo.

La teoría ecológica, nos explica que las relaciones de nuestro entorno nos marcan en gran medida una forma de aprender muy potente.

Además el entorno determina el conocimiento válido y por tanto la inteligencia útil. No existe una respuesta correcta, sino una adecuada en un contexto. Esto invalida incluso que un examen o un test evalúe la inteligencia si no se relaciona con un entorno determinado.

Así que una forma fácil de ser feliz es con un entorno feliz, ser listo en un entorno inteligente, ser guapo en un entorno «guapo», o ser agresivo con un entorno agresivo.

Decide qué quieres ser y busca el entorno adecuado. Piensa qué harías si pudieses escoger tus brazos, piernas, tu rostro o tu memoria.

La tecnología, la limpieza, las personas, las ideas, los libros….da un paso y acércate a la mejor versión de ti mismo.

 

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