Quejarte,
parlotear alterado,
con otro,
sin solucionar nada,
simplemente conversar sobre otro,
sin solucionar,
dejando tus ideas en casa,
tus soluciones en los bolsillos,
tus palabras en la cartera.
O,
tienes otra opción.
Protesta,
argumentando con palabras claras,
en el sitio adecuado, en el momento adecuado,
aporta soluciones,
simplemente conversar con la persona adecuada,
con soluciones,
regala tus ideas,
saca tus soluciones de los armarios,
tus palabras cambiando mundo.
Y el mundo sera bonito,
elige entre la queja y la protesta,
las dos no caben en este mundo.